Estás buscando un regalo para tu mejor amigo que quiere ser chef. ¿Qué tal un cuchillo para pelar frutas y verduras? Su tamaño pequeño y hoja delgada lo hacen un utensilio versátil. ¿O qué tal unas pinzas para cangrejo? Aunque suena divertido, recuerdas que a tu amigo no le gustan mucho los mariscos. Buscas algo más. Son tantas las opciones que te sientes abrumado. Si bien es probable que diferentes utensilios funcionen para las mismas tareas, algunos funcionan mejor para ciertos alimentos. Quieres escoger el utensilio correcto.
Una cocina está llena de utensilios para preparar diferentes tipos de alimentos. En lugar de una cocina, los animales tienen dientes que funcionan mejor para dietas específicas. Los primates que se alimentan principalmente de hojas se llaman folívoros. Estos primates tienen molares con cúspides altas y muchas crestas que permiten atravesar las hojas de los árboles durante la masticación. Por otro lado, los primates que consumen principalmente frutas se llaman frugívoros. Tienen molares con cúspides redondeadas y poco elevadas que ayudan a moler frutas y nueces.
Generalmente, nos alimentamos con productos que compramos en el supermercado. Los tipos de alimento que encuentras en estas tiendas dependen del lugar del mundo en donde vivas. Del mismo modo, los animales consumen aquellos alimentos que se encuentran disponibles según el hábitat en el que viven. Por ejemplo, los primates que se alimentan principalmente de hojas viven en áreas donde adundan los árboles frondosos. Dado que la forma de los dientes refleja el tipo de dieta a la que estamos acostumbrado, los científicos pueden usar los dientes para inferir el tipo de dieta de aquellos animales extintos (que ya no existen en la actualidad). A su vez, la dieta puede darnos información sobre el tipo de hábitat que ocuparon estos animales. Los científicos siguen este razonamiento para averiguar qué comían nuestros antepasados y dónde vivían.
Imágenes adicionales a través de Wikimedia Commons. Científico usando un microscopio de Mark Fergus, CSIRO.
Algunos antropólogos usan microscopios para ver los pequeños signos de desgaste de los dientes, llamado micro-desgaste.