Si miras las suelas de tus zapatos y ves cómo se van desgastando, puedes darte cuenta de cómo caminas. Lo mismo puedes hacer con tus dientes. Dependiendo de cómo y qué comemos, nuestros dientes producen un patrón especifico de desgaste dental. Al estudiar como las superficies que usamos para masticar cambian a través del tiempo, los científicos pueden ‘leer’ este degaste dental. Muchas veces se conoce la dieta habitual seguida por diferentes grupos de animales. Por lo tanto, un método bastante usado entre los científicos consiste en comparar lo que se sabe de la dieta de ciertos animales con el tipo de desgaste dental producido. Pero ¿en qué consiste y cómo se lleva a cabo este tipo de estudios?
Hay dos tipos de desgaste dental que los científicos estudian, el macro- y micro-desgaste. El macro-desgaste incluye características que se pueden observar a simple vista. Por otro lado, el micro-desgaste solo se puede observar a altas resoluciones, como bajo un microscopio.
Para estudiar el macro-desgaste, los científicos examinan cómo cambia toda la superficie del diente a través del tiempo. Los dientes que se desgastan más rápido tienen una mayor tasa de desgaste. Muchas veces, un mayor desgaste dental se relaciona con dietas específicas con alto contenido de arena y grava. La presencia de arena y grava puede a su vez informar sobre cómo un grupo de individuos recolecta y procesa sus alimentos. Por ejemplo, en la antigüedad era común el uso de piedras de moler, o metates, para procesar el maíz. Así, los dientes de esas personas se desgastaban rápidamente debido a los pequeños trozos de piedra que llegaban a la comida.
Percibir pequeños cambios es más difícil. Para estudiar el micro-desgaste dental, los estudiosos dependen de una pequeña porción de la superficie de masticación. Examinan, a resoluciones muy altas, la presencia de ciertas marcas en los dientes, como puntos, hoyos, rayas y rasguños, que son causadas por ciertos alimentos. Por ejemplo, los puntos y hoyos ocurren cuando un animal usa sus dientes para romper nueces. Las marcas largas de rasguños son el producto de comer hierbas u hojas. Usando estas ‘huellas’, los estudiosos pueden inferir lo que comieron nuestros antepasados.
Imágenes adicionales a través de Wikimedia Commons. Científico usando un microscopio de Mark Fergus, CSIRO.
Algunos antropólogos usan microscopios para ver los pequeños signos de desgaste de los dientes, llamado micro-desgaste.